Por Winston Orrillo
Admirable diálogo entre Verónika Mendoza y Paco Moreno de Diario UNO sobre los periodistas tarifados
Una joyita del periodismo, el diálogo entre Verónica Mendoza y Paco Moreno, del querido Diario UNO. Parece que éste hubiera sido hecho bajo la égida del inmenso poeta peruano, Alejandro Romualdo, quien, más de una vez, escribiera: "Llamen siempre a las cosas por sus nombres".
Y Verónica desenmascara, y eso vale la portada del diario, a los patibularios Keiko, Alan y PPK. Les dice lo que son, lo que todo el mundo sabe, y cómo se pasean, muy orondos, en un país que han esquilmado y cuya presidencia aspiran desesperadamente, cuando su verdadero lugar está en una ergástula, a la que hace tiempo hicieron méritos para ocupar.
Y cuando Paco pregunta a Vero sobre el encono de Sol Carreño,, en su entrevista dominical, del inefable Canal 4, sin que ella la provocara,, es obvio que Sol, Eclipse y los que fueran, son simplemente periodistas tarifados, plumíferos ventrales, al exclusivo servicio de los amos o patrones que detentan la propiedad de todos aquellos engendros que conforman el terrorismo mediático.
Diarios, radios -con la gran rpp a la vanguardia, y su doberman Vargas, primo diz que de V. Llosa- y canales de tv. con programaciones a pedido del cliente.
Eso explica que felizmente, Vero, que en este reportaje paradigmático, ejerce lo que mi padre -militar velasquista- proclamaba "la mejor arma de defensa es el ataque".
Y Vero ha atacado con sobria elegancia, ha puesto los puntos sobre las íes a una recua de tarifados que forman lo que se ha dado, apócrifamente, en llamar "la opinión pública".
Nocaut, pues, el que brindaron, en diario UNO, hoy, Verónica y su perspicuo entrevistador, el escritor y periodista Paco Moreno.
Y sería injusto no mencionar, también, en la misma trinchera periodística (trinchera de ideas, la llamó nuestro Martí) la excelente columna del director, el benemérito César Lévano, quien hace que se le chorree el helado al polimorfo pero igualmente descaminado Vargas Llosa. A propósito de la boda del marqués, ha vuelto a circular, en respetable y benemérita edición pirata, "Lo que Varguitas no dijo", la admirable respuesta de la Tía Julia, a la que aquél quiso difamar, pero le falló la calumnia.
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